Y así es como, haciendo el tonto, uno consiguió que una reparación le saliese en su momento por una quinta parte. Solo por unos sellitos de nada en un libreto.
O rellenos de aceite entre revisiones cuando bajaba el nivel, cambios de bombillas cuando se fundían sin tan siquiera mancharme las manos, ajustes y demás ya fuera de garantía…
Morrillu: puede ser que fuese una estrategia… funcionó porque me compré otros dos Honda y sigo igual, pagando “a lo tonto”