Problemas Aire Acondicionado

Voy a contarles una historia, pero antes, unos minutos musicales para darle sonido y color a la historia…

Nos hayamos en 2003, y Honda presenta eso que véis ahí arriba entre conejitos achuchables y paisajes que huelen a algodón de azúcar. El ampliamente galardonado motor i-CTDi. Fue montarlo y ¡boom! Hacer viejos a todos los coches con los que competía el Accord en el segmento D. Recuerden la fecha, que es importante: 2003

Llega 2006 y el motor es trasplantado al Honda Civic VIII. Era un motor perfecto?? Nada más lejos de la realidad. Sobre todo si tenemos en cuenta que estaba dando problemas en sus colectores, que se rajaban con el uso. Pero bueno, habían pasado 3 años, suficiente para que lo arreglaran, no? Además no era un fallo de todas las unidades. Fallaban… algunos.

Demos ahora un salto hasta julio de 2009 cuando, un chavalín algo más joven y con algo más de pelo, lleva su coche a la revisión de los 100.000 km con un ruido extraño. Allí detectan el problema de los colectores, y cambian por unos nuevos. Estamos hablando de 6 años después del lanzamiento del motor, en otro coche, pero con el mismo fallo. Por cierto, Honda ya conocía este problema y había extendido la garantía de los colectores en TODOS LOS CIVIC a 7 años o 200.000 km.

Damos otro salto, ahora hasta agosto de 2013 cuando un olor a gases quemados dentro del habitáculo dan la voz de alarma. El coche tiene 7 años y 1 mes, y 219.000 km. En este punto uno se da cuenta que allí por 2009, cuando se pusieron colectores nuevos, se volvieron a montar unos iguales y de nuevo, rajaron. Y no, ya no hay garantía que sirva, con una reparación de unos 1.000 euros (1.000 euros de hace 10 años), ya que para cambiarlos hay que desmontar medio coche.

Expuesto el problema en el concesionario y Honda, piden el libro de mantenimiento del coche (todos sellados en el servicio oficial), y se llega al acuerdo de que yo pago la pieza y ellos, la mano de obra. Esto sí o solo sí por haberme gastado los cuartos allí y no en talleres Pepe (un saludo, que es un crack). Total a abonar: 228 euros. Un precio asumible, ya que era algo menos de la cuarta parte del total. Por cierto, esos colectores ya no rajaban porque habían sido desarrollados de nuevo y probados hasta la saciedad.

Moraleja de la historia: no hablamos de los Ford Pinto, donde las indemnizaciones de los muertos eran más baratas que arreglar todos los coches. Sé de buena tinta (hola señor X), que Honda trabajaba, trabaja o está trabajando en arreglar el problema DEFINITIVAMENTE. Porque cuando un problema se presenta “a veces”, es muy difícil de acotar y gestionar. Pero en esto, cualquier marca japonesa tiene una filosofía rara. No es solo arreglar, para ellos es siempre arreglar y que no vuelva a pasar.

Hay una ampliación de garantía de 10 años, que se terminará, y a algunos le romperá después. Lo normal es que sea yo uno de ellos, por mi experiencia en casos paranormales. Pero seguro que también habrá acuerdos “comerciales” en trato diferenciador a clientes, más aquellos que la pieza les haya presentado problemas en más de una ocasión.

Y aquí volvemos al comienzo de la historia: Hate something, change something. Seguro que Honda odia este marronazo, y busca cambiar la situación. Mientras tanto, siguen respondiendo (en mayor o menor medida dependiendo de la praxis del concesionario).

Morrillu: mañana les cuento el extraño caso de cómo una luna delantera para UK acabó montada en mi coche…

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