Buenas. No, no tengo pensado entrar en circuito, al menos a corto/medio plazo. El motivo de todo esto es mucho más pasional, puro, vuelta a los orígenes o dicho de otra forma: buscar aquello que hemos perdido.
Yo me críe con coches del siglo pasado (cuando eran nuevos en los 90), y he llevado algunos “hierros” más que interesantes de los 80. Hemos ganado muchas cosas (prestaciones, seguridad, comodidad, fiabilidad…), pero hemos perdido otras que no todo el mundo aprecia, pero sí algunos como yo. Y no es otra cosa que la conexión humano/máquina. Guille lo explica perfectamente en el vídeo del Primera.
Ese coche bipolar que menciona es el que busco. Divertido a más no poder en una carretera de curvas porque te lo cuenta todo, pero al mismo tiempo que me permite meterme una pechá de 1.000 km con la familia, cargado hasta los topes, sin acabar con dolor de articulaciones.
Sobre la conexión que digo con el coche, Guille lo mencionaba un poco más adelante:
Todo es respetable, vaya esto por delante. Pero aproximadamente el presupuesto que yo he invertido en la suspensión, otros ponen un escape que sólo sirve para hacer ruido, pues no hay una ganancia en absolutamente nada. O en los refuerzos, que por el mismo dinero ponen llantas de 19" que no ahorran masas no suspendidas, empeoran la dinámica y encima luego racanean en gomas porque son mucho más caras.
Ahora mismo el coche parece el mismo que de serie, pero se ha convertido en una máquina de telegrafiar sensaciones al volante. Y obviamente y por descontado, ha mejorado su dinámica en carretera una barbaridad, algo que es de agradecer viviendo en Asturias donde las rectas no abundan precisamente.
Morrillu: back to the past…