En primer lugar, además de darte la bienvenida, daros la enhorabuena por Alfredo, la moto con la que ganasteis el Garage Dream Contest de 2019. Sin duda un trabajazo con la CB recordando al gran Spencer.
Y ahora al turrón… por defecto profesional siempre intento encontrar el porqué a los designios de marketing de las empresas, más en una marca que sigo muy de cerca desde hace ya más años de los que puedo recordar. Y si algo tengo claro de Honda es que, primero, son más raros que un perro verde, son muy cabezones y no son tontos. Y leen el mercado como nadie, estando la prueba en la división de motos. Gama CB500, XADV, Africa Twin, Rebel 500… el toque de Midas, todo reluce.
Y en la división de coches no son tampoco tontos, si no sería imposible que el CR-V sea año tras año el SUV de su categoría más vendido, el Civic sea el cuarto/quinto coche más vendido del mundo, el Jazz tenga buenas cifras… y todo con una gama que a ojos de los europeos parece pequeña, anodina e ilógica.
Ahora hay un cambio muy grande en Honda. Desde hace tiempo se dice que no estaba mimando al mercado europeo, pero es que el mercado europeo tampoco le hacía mucho caso a Honda en cifras de ventas. Cuando desapareció el Accord, lo dijeron claro: es imposible competir con las berlinas francesas en precio porque damos más calidad, pero el público no lo aprecia. Y si vamos un paso más allá, entramos en el precio de Audi/BMW/Mercedes y entonces el mercado europeo de marquitis, tampoco comprarían el Accord. Y ahí está en USA tan feliz, y no aquí.
Luego está el Civic. En menor medida con el séptima generación se desarrolló para gusto europeo (hachback) mientras en el resto del mundo era un sedán (aquí solo llegó versión IMA híbrida). El octava fue cien por cien europea, y con un target de público de poco más de 20 y hasta los 35 años (2006, estamos en la época de las vacas gordas y dinero a chorrón).
De repente el mundo se va a la mierda económicamente. Honda guarda naves y lanza el Civic novena generación, relativamente conservador en estética pero sobre todo en marcha. Menos radical de amortiguadores y más cómodo. Lo hablo con la gente de Honda España y me lo dicen muy claro: el coche está pensado para gente de 35-50 años. Los jóvenes no tienen ni para pipas.
Décima generación. Con dos modelos y medio pensados para Europa que han salido rana, vuelven a hacer un modelo global e igual para todo el mundo. Exitazo total, está claro, pero no por lo que venden en Europa sino por lo que venden en USA y Asia. La estética marca, pero también el motor 1.5 Turbo. Pero llegamos al momento en el que Honda, para bien, piensa en su Earth Dreams con el que lleva 20 años. Las emisiones aprietan en Europa, y si no vende coches ecofriendly lo lleva jodido.
Solución?? Hibridación. A Toyota no le va mal. Pero mientras Toyota el grueso son híbridos, Honda jugará a dos bandas: híbridos en Europa y dos opciones en USA y Asia, con los motores térmicos o híbridos.
Y en cuanto a la estética?? Pues obviamente Europa ya no pinta nada. El coche se diseña para que guste de nuevo en USA y Asia, es donde se venden, y posiblemente se huelan que no a un público de 20-30 sino buscando una edad superior. El mundo no se acaba en Finisterre, y no somos el ombligo del mercado aunque nos lo creamos.
Hay hueco para él? En térmico sigue en el mismo sitio, pero en híbridos la mayoría apuesta por SUV, por lo que parece que sí, que hay hueco. Y dudo mucho que se hayan pegado con él un tiro en el pie. Hay un cambio de enfoque, pero no solo a nivel de modelo sino de empresa y aunque cueste creerlo, sigue cumpliendo los lemas que le han acompañado desde sus orígenes:
«We make it simple»
«Technology you can enjoy»
Y por encima de todo:
Soichiro Honda: “Si haces un producto superior, la gente lo comprará”